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El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado este lunes que las muertes por opioides en todo el estado se han reducido por primera vez desde 2009, con un descenso del 15,9 por ciento y un total de 1.824 muertes en 2018 frente a las 2.170 de 2017.
Cuomo ha señalado en un comunicado que esta mejora supone un “hito” y es resultado de “numerosas acciones agresivas” encaminadas a combatir la adicción a estas sustancias y que comenzaron con un plan de trabajo en 2016.
Los datos facilitados por Cuomo también vislumbran un descenso en las hospitalizaciones por causas relacionadas con la sobredosis de opioides, que disminuyeron un 7,1 por ciento, es decir, de 3.260 en 2017 a 3.029 en 2018.
“La primera reducción de sobredosis de opioides en diez años demuestra que el trabajo para combatir este azote está funcionando”, ha dicho Cuomo, que ha agregado que aunque Nueva York ha combatido “más que cualquier otro estado” esta lacra, la “epidemia opioide” continúa devastando “a demasiadas familias”, por lo que “no descansará hasta que se le ponga fin de una vez por todas”.
Para Cuomo, aunque se trata de datos alentadores, “deben seguir vigilantes” puesto que muchas comunidades en el estado neoyorquino están “desproporcionalmente afectadas” por esta “epidemia”.
“El estado de Nueva York continúa su trabajo y sus esfuerzos dirigidos a prevenir el mal uso y las sobredosis de opioides a la vez que mejorarán e incrementarán los servicios para las personas afectadas”, ha expresado el gobernador.
En este sentido, desde 2016 el estado de Nueva York ha aumentado en 500 camas las plazas hospitalarias dedicadas al tratamiento de opioides, con más de 1.800 plazas en total.
También se han aumentado los centros de recuperación de tres en 2016 a 32 que actualmente está en funcionamiento.
El pasado año, cerca de 32.000 personas residentes en Nueva York hicieron una visita a uno de estos centros estatales. Efe