Foto: Archivo referencial
La implementación del etiquetado de advertencia en Chile, que será replicado en México, es una medida que ha ayudado a informar a la población chilena pero no es la solución mágica para contener la epidemia de obesidad, alertaron expertas.
“Esta medida va sin duda en la línea correcta pero no es suficiente”, señaló en rueda de prensa Marcela Reyes, profesora investigadora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.
Explicó que uno de los argumentos de la industria es que esta medida no ha influido para reducir los índices de obesidad en Chile. Sin embargo, aclaró que hay que tener en cuenta que esta “no es una medida terapéutica, sino preventiva para combatir la obesidad”.
Durante su visita a México, invitada por organizaciones civiles mexicanas a favor del etiquetado, la especialista señaló que si bien no se tienen números de cómo ha cambiado el panorama de la obesidad en Chile tras la medida implementada en 2016, sí se puede saber que las personas han cambiado sus hábitos de compra.
De acuerdo con una evaluación realizada por varias organizaciones chilenas, en aquel país, tras la implementación de la ley de etiquetado, 79 % de las personas reconocen que esto ha influido en sus decisiones de compra.
Esto, dijo Reyes, es especialmente visible en los niños en edad preescolar, quienes han logrado entender el etiquetado de advertencia que les informa sobre el producto que es alto en azúcares, sodio y grasas trans o cualquier otra sustancia que daña su salud.
Explicó que esto ha sido importante debido a que está demostrado que para decidir lo que se va a comer no se piensa mucho, por ello contar con sellos de advertencia es fundamental.
La especialista aseguró que al principio la respuesta de la industria de alimentos procesados al etiquetado fue de pleno rechazo. Sin embargo, ahora han generado nuevas opciones comerciales, se han transformado y algunas han reformulado sus productos.
Sin embargo, Reyes reconoció que tomará muchos años reducir la prevalencia de obesidad en Chile, que alcanza al 74 % de adultos y al 50 % de la población infantil, debido a que no se debe pensar en medidas aisladas.
“Lo que se pretende es que se influya en el ambiente alimentario. La esperanza es que los niños puedan estabilizar la tendencia, pero hay otras medidas como el aumento de impuestos a productos ultraprocesados, campañas educativas y de promoción de actividad física”, manifestó.Efe