Foto: Archivo Referencial
Según un grupo de pediatras, los padres deben prestar especial atención a los usos que sus hijos les dan a los aparatos tecnológicos ya que, si bien pueden ser una buena herramienta de aprendizaje, también podían representar un riesgo para los adolescentes si hay un uso prolongado.
De acuerdo con la doctora Martha Beltrán, Jefe de Pediatría de la Clínica del Country y Clínica La Colina, el cerebro de un adolescente es mucho más activo, pero sigue en etapa de desarrollo por lo que debe tenerse en cuenta su demanda prolongada en determinados períodos, pues “es necesario mantener buenas rutinas de sueño para descansar bien y evitar problemas de salud a corto y largo plazo”.
Según el Millennium Cohot Study, uno de cada cinco jóvenes entre los 13 y 15 años pasa más de cinco horas al día en las redes sociales, teniendo en cuenta que en la actualidad, muchos de ellos tienen un dispositivo celular propio, y aumentando así en un 70% las probabilidades de dormirse después de las 11:00 p.m. en días escolares y después de medianoche en los días libres, lo que significa, en la mayoría de los casos, dificultades para despertarse antes de las 8:00 a.m..
Además de esto, los malos hábitos de sueño pueden ocasionar bajo rendimiento académico y problemas de salud como presión arterial alta, diabetes y obesidad; además, este estudio también revela que las niñas suelen pasar más tiempo que los niños en las redes sociales, haciéndolas más propensas a este tipo de padecimientos.
Según la Academia de la Medicina del Sueño de Estados Unidos (AASM) y la Academia de Pediatría del mismo país (AAP), es recomendable que los adolescentes duerman entre ocho y 10 horas, para que puedan prestar atención y aprender en sus centros de estudio, mejorar su rendimiento atlético, crecer y desarrollarse con normalidad y estar sanos.