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El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en solo diez días para combatir el brote de coronavirus y que entrará hoy en funcionamiento, se ha convertido en paradigma del “milagro chino”, a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
El centro hospitalario, compuesto de módulos prefabricados y con una capacidad de 1.000 camas, estará operado por 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas; con él se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado al menos 361 muertos y 17.205 infectados diagnosticados en China hasta el momento, la mayoría de ellos en la provincia de Hubei, donde se detectó el brote.
Las obras de Huoshenshan comenzaron el 23 de enero y pronto los medios estatales difundieron imágenes de más de un centenar de vehículos de obra, sobre todo, excavadoras, trabajando sin descanso en una vasta superficie; Houshenshan está ubicado en el suroeste de la ciudad, una zona que, asegura la agencia estatal de noticias Xinhua, cuenta con los servicios necesarios para proveer al hospital y los pacientes.
El centro se construyó a semejanza del pekinés de Xiaotangshan, en el norte de la capital y levantado en una semana en 2003 para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés).
Además, la prensa oficial prevé que esta semana entre en funcionamiento el otro “hospital exprés” comenzado días después de Houshenshan, Leishenshan, con 1.300 camas; ambos tratarán de contener la expansión del brote en su epicentro, la ciudad de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el mismo día 23 de enero en que se iniciaron las obras en Huoshenshan.
Hasta este domingo, la provincia de Hubei ha registrado 11.177 de los 17.205 infectados diagnosticados en toda China, así como 350 muertes de las 361. De entre los contagiados, 1.701 se encuentran en estado grave o crítico, mientras que 295 personas han superado con éxito la enfermedad y han sido dadas de alta.
La construcción a toda velocidad de estos centros hospitalarios es una pieza clave en la propaganda oficial de cara a promocionar sus esfuerzos contra el virus en China y en el extranjero; de hecho, incluso se instalaron cámaras que retransmitieron las 24 horas del día la evolución de las obras. EFE