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Sin duda alguna, la historia clínica es uno de los documentos más importantes para la salud de los colombianos y de cualquier persona en el mundo, ya que registra cronológicamente las condiciones de sanidad del paciente y las intervenciones o procedimientos médicos realizados por profesionales de este campo.
De acuerdo con la legislación nacional, todos los centros médicos y personas afiliadas al sistema de salud, que según cifras de febrero del 2019 del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (Sispro) en el país alcanza los más de 47 millones, debe contar con una de estas, ya sea en formato de impreso o electrónico.
Sin embargo, una reciente ley sancionada por el presidente Iván Duque, cambió el curso de este documento, pues se trata de la Ley 2015 del 31 de enero de 2020, que obliga a las entidades prestadoras de salud (EPS) del país a implementar en un plazo de cinco años un sistema de historia clínica electrónica interoperable que les permita intercambiar datos médicos, documentos y expedientes relacionados con la vida del paciente en todo el territorio nacional.
Ahora bien, ¿usted se ha puesto a pensar qué efecto tiene esta decisión para la salud de los colombianos?
Para Dorian Rallón, CEO y fundador de Biofile, empresa especializada en la implementación de historia clínica electrónica en IPS, consultorios de médicos especialistas y odontólogos en Colombia, esta nueva legislación tendrá muchos beneficios para entidades de salud y particulares ya que logrará estandarizar un proceso que durante muchos años ha generado inconvenientes para ambos actores en el país.
“La interoperabilidad de este documento en el país salvará millones de vidas debido a que con la tecnología, el sistema de salud podrá tener en tiempo real y desde cualquier ciudad del país, información relevante que le permitirán al personal de las EPS mejorar sus diagnósticos y actuar con mayor eficacia”, explica Rallón.