Foto: Suministrada
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Clínica del Country hace un llamado para que las mujeres se empoderen de su salud. Por esta razón, publica una guía de los controles que se deben tener en cuenta después de los 40 años, ya que las consultas ginecológicas deben ser una constante a lo largo de la vida, incluso al terminar la etapa fértil.
La década de los 40 a los 50 años
Si bien en esta etapa son frecuentes las preocupaciones sobre el proceso de madurez y envejecimiento, el doctor Camilo Rueda, Jefe de endocrinología ginecológica de la Clínica del Country, advierte que los cambios hormonales y del ciclo menstrual son usuales, pero que se les puede debe el seguimiento necesario. En la medida que cada mujer conozca su cuerpo, podrá advertir las irregularidades que sean un signo de alerta y consultar oportunamente a su ginecólogo.
También es conveniente en esta década que las mujeres que no desean quedar embarazadas mantengan medidas anticonceptivas. No obstante, el doctor Rueda, señala que “lo ideal es minimizar los anticonceptivos hormonales, sin decir que estén contraindicados”.
De los 50 años en adelante
Esta etapa está marcada por la llegada de la menopausia, es decir, el retiro de la menstruación. La razón fisiológica de este cambio es que “los ovarios dejan de producir hormonas, especialmente los estrógenos. Esto sucede cuando se agota el número de folículos con los que nace una mujer”, como lo explica el doctor Rueda. Dichos folículos, entonces, están predeterminados por la línea genética de la mujer y explica por qué la edad de llegada de la menopausia varía en cada paciente.
La menopausia es inevitable, pero es el ginecólogo de cabecera quien ayuda a prepararse para esta etapa y mitigar los síntomas de su llegada. Generalmente, los aceleradores de esta fase son la quimioterapia, la radioterapia, la terapia de yodo radioactivo, la manipulación o retiro (parcial o total) del tejido ovárico.
De esta manera, lo más importante es estar saludable a esta década evitando el sobrepeso y rutinas sedentarias. Asimismo, se deben tener buenos hábitos nutricionales que excluyan el consumo excesivo de harinas, carbohidratos y azúcares refinados. Además, debido a que con la menopausia hay pérdida de masa muscular y hueso, también se recomienda reforzar el hábito de actividad física. Finalmente, cabe resaltar que se debe hacer un seguimiento juicioso a todos los temas referentes a lo cardiovascular, ya que en esta edad la primera causa de muerte en mujeres son las enfermedades cardíacas y vasculares, seguida del cáncer de seno.
