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El desarrollador de la prueba, la compañía de diagnóstico molecular Cepheid, con sede en California, dijo el sábado que había recibido una autorización de uso de emergencia de la FDA para la prueba, que se utilizará principalmente en hospitales y salas de emergencia. La compañía planea comenzar a enviarlo a los hospitales la próxima semana, dijo.
La FDA confirmó su aprobación en una declaración separada. Dijo que la compañía tiene la intención de implementar la disponibilidad de sus pruebas antes del 30 de marzo. Bajo el régimen de prueba actual, las muestras deben enviarse a un laboratorio centralizado, donde los resultados pueden demorar días.
“Con nuevas herramientas como el diagnóstico en el punto de atención, estamos pasando a una nueva fase de pruebas, donde las pruebas serán mucho más accesibles para los estadounidenses que las necesiten”, dijo el sábado el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Alex Azar.
Estados Unidos ni siquiera está cerca de satisfacer la demanda interna de pruebas de coronavirus. Muchos expertos médicos han pronosticado que las pruebas demoradas y caóticas costarán vidas, incluso las de médicos y enfermeras.
El viernes, se le preguntó a Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, si Estados Unidos puede satisfacer actualmente la demanda de pruebas. “Todavía no hemos llegado”, dijo Fauci.
La prueba de diagnóstico para el virus que causa COVID-19 ha sido diseñada para operar en cualquiera de los más de 23,000 Sistemas GeneXpert automatizados de Cepheid a nivel mundial, dijo la compañía. Los sistemas no requieren que los usuarios tengan entrenamiento especial para realizar pruebas, y son capaces de funcionar las 24 horas, dijo el presidente de Cepheid, Warren Kocmond, en el comunicado.
La compañía no dio más detalles ni dijo cuánto costará la prueba. La FDA de EE. UU. Ha estado presionando para ampliar la capacidad de detección del virus, mientras que la Organización Mundial de la Salud ha pedido “orden y disciplina” en el mercado para los equipos de salud necesarios para combatir el brote. Reuters
