La epidemia de sarampión en Filipinas ha causado ya 203 muertes desde comienzos de año, tiempo en el que se han registrado 13.470 casos de la enfermedad, según datos difundidos por el Departamento de Salud.
El fabricante de la vacuna contra el dengue, la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur, tuvo que admitir en 2017 que acarreaba efectos adversos y que las personas vacunadas que contrajeran dengue por primera vez sufrirían síntomas mucho más severos.
La situación es especialmente grave en el área metropolitana de Manila, capital muy densamente poblada con 13 millones de habitantes, alrededor de un tercio en asentamientos ilegales y a menudo insalubres donde la enfermedad se propaga rápido.
En total se pretende inmunizar, bien por primera vez o con una segunda vacuna de refuerzo, a unos 12 millones de niños para evitar que aumente la propagación de esa enfermedad, muy contagiosa porque se transmite por el aire y que también está afectando a adultos.
Las autoridades han lanzado además una campaña de información para restaurar la confianza pública en las vacunas, iniciativa que cuenta con el apoyo de conocidas figuras como el popular senador y boxeador Manny Paquiao o el propio presidente, Rodrigo Duterte.Efe