Regresar a la dieta tradicional, duplicar el consumo de frutas, verduras, legumbres y nueces, y reducir la ingesta de azúcares añadidos y carnes rojas es fundamental para mejorar la salud de las personas y evitar más daños al planeta, señalaron expertos este lunes.
De acuerdo con el informe “Nuestros alimentos en el Antropoceno, dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles” realizado por la Comisión EAT-Lancet, el abandono de dietas tradicionales ha disminuido el consumo de frutas y verduras en la población mundial.
El doctor Juan Rivera, comisionado EAT-Lancet y coautor del reporte que fue presentado en Ciudad de México, dijo que es necesario un incremento sustancial de vegetales, frutas, leguminosas, nueces, semillas y granos enteros “para una dieta saludable y sostenible”.
En México, señaló, tres de cada 10 calorías que se consumen son de baja calidad. “Entre 25 % y 30 % de las calorías que consumimos provienen de bebidas azucaradas, alcohol y comida chatarra”, precisó el especialista.
Rivera señaló que lo que comemos y cómo lo producimos afecta no solo a la salud sino al planeta.
Indicó que el principal reto actualmente es garantizar la alimentación para las poco más de 10.000 millones de personas que, se estima, habitarán el planeta en 2050.
“Necesitamos de cambios sustanciales en nuestra dieta y en el sistema de producción de alimentos pues se necesitará producir el doble para alimentar a toda la población”, detalló.
En ese sentido, el doctor Víctor Manuel Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural mexicano, señaló que la carencia y abundancia de alimentos ha sido una arma de doble filo. Por un lado, manifestó, a diario mueren miles por no tener qué comer, pero también mueren otros tantos por obesidad y enfermedades relacionadas a ella.
Aseguró que es fundamental hacer conciencia para combatir el sobrepeso y la obesidad, además de las enfermedades crónico-degenerativas.
Es por ello que la Comisión EAT-Lancet dio una serie de recomendaciones para mejorar el sistema de alimentación no solo en México sino en Latinoamérica.
Entre ellas, señaló Olav Kjorven, director de estrategia de EAT, están adoptar dietas consistentes mayormente en granos enteros, nueces, verduras y frutas, así como grasas insaturadas.
Además, reducir el consumo de alimentos de origen animal, granos refinados, alimentos altamente procesados y azúcares añadidos, así como reorientar las prioridades agrícolas para generar alimentos de mayor calidad y transitar a un sistema de producción más amigable con el planeta.
Del mismo modo, se debe llevar a cabo un manejo estricto de la tierra y los océanos, y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
El doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, manifestó el compromiso del Gobierno mexicano para cumplir estas recomendaciones.
“Esto deberá traducirse en propuestas de acción local donde se considere la diversidad ecológica, social y cultural, para proponer dietas justas, saludables y sostenibles”, aseveró.
Explicó que para ello los secretarios de Salud, Agricultura, Educación, Economía y Gobernación, además de otras instituciones públicas y sociales unirán fuerzas para impulsar los medios de vida rurales y un futuro alimentario más saludables para los mexicanos.
Las autoridades de salud mostraron disposición de trabajar en conjunto para solucionar estos problemas y fijaron el compromiso de apoyar al productor.
Expresaron que los productores de alimentos son artífices del cambio, pero también es necesario cuidar el medioambiente.