El ministerio de Sanidad de la República Democrática del Congo (RDC) confirmó 26 nuevas muertes en un solo día por el brote de ébola que azota dos provincias del noreste del país y cuyos casos en la última semana se han disparado haciendo que el total de fallecidos llegue a los 957.
La mayoría de estas nuevas muertes, 15, son comunitarias, es decir que se han producido fuera de un centro sanitario, lo que incrementa las posibilidades de contagio en un momento en el que el virus es más propenso a extenderse.
Según los últimos datos difundidos ayer por el ministerio, el brote que afecta a Kivu del Norte e Ituri desde el pasado 1 de agosto ha dejado, hasta el 28 de abril, 957 muertes (de las cuales 891 confirmadas en laboratorio) en 1.466 casos.
El control de este brote, el más letal de la historia de RDC, se ha visto obstaculizado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y a la inseguridad en la zona, donde operan numerosos grupos armados.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos como Médicos Sin Fronteras se han visto forzados a paralizar algunas actividades en zonas como Butembo (uno de los principales focos activos actuales), debido a los ataques contra sus centros.
En el más grave de esos ataques murió un epidemiólogo que había sido enviado por la OMS a esa localidad para apoyar los esfuerzos de control de la actual epidemia de ébola.
Un total de 411 personas han conseguido superar la enfermedad.
El ministerio de Sanidad, junto a la OMS, han instalado centros oftalmológicos en las ciudades de Beni y de Butembo para hacer chequeos médicos a los supervivientes en cuanto salgan del centro de tratamiento de ébola y darles un tratamiento adecuado en caso de que desarrollen cualquier problema de vista.Efe