Un estudio publicado por la revista médica Británica The Lanceth, afirma que el consumo de alcohol disminuye o se estanca pero tiende a aumentar en naciones donde el nivel de vida va en crecimiento.
Entre 1990 y 2017, el consumo per cápita de alcohol en adultos aumentó en casi 0,7 litros a 6,5 litros al año, se prevé que la cantidad alcance los 7,6 litros para 2030, esto quiere decir que la mitad de los adultos del mundo beberán, mientras que el 40% se abstendrá.
Además, el 23% de los adultos tomará en exceso por lo menos una vez al mes, en comparación con solo 18,5% que lo hizo en 1990.
Adicional a esto, la ingesta nociva de alcohol provoca 3.000 millones de muertes al año, incluyendo a las personas fallecidas en accidentes de tráncito o violencia ligada al consumo, siendo los hombres los más afectados, según informe de la OMS.
En definitiva, los bebedores en exceso son aquellos que consumen ocho o más bebidas alcoholicas a la semana y esto representa un factor de riesgo mayor en la aparición de diferentes enfermedades y aumenta el riesgo de todo tipo de accidentes.
Según expertos, el alcohol es un bien de lujo, que no es necesario para la supervivencia o el bienestar, sin embargo, cuando se ganan ingresos adicionales, esté se convierte en una opción.