Después de alimentar a los niños durante seis meses solamente con leche, guiados muchas veces por nuestros pediatras, iniciamos la conocida alimentación complementaria con nuestros niños, sin embargo, en muchos casos, estos pequeños empiezan a presentar problemas de estreñimiento y es acá cuando papá y mamá no entendemos qué pasa.
Es difícil comprender por qué se presenta esta sintomatología dado que muchos conocemos el beneficio de algunas frutas y verduras; para ocasionar el efecto completamente contrario, es normal que nos sugieran infusiones o papillas de una u otra fruta para que nuestro bebé puede hacer sus deposiciones sin inconveniente.
Pero es justamente cuando pueden ingerir todo tipo de alimentos, que empezamos a brindar aquellas frutas que daríamos en momentos en los que su estómago estuviese débil como por ejemplo la manzana o el plátano y estos por ser alimentos ricos en azúcar absorben mayor cantidad de agua del cuerpo, lo que hace que sus deposiciones sean más secas.
Evitar manzanas sobre todo sin cascara y los plátanos maduros son lo mejor, ya que carecen de fibra, endureciendo aun más su estómago.
En su remplazo, dale frutas y verduras que tengan el efecto contrario como por ejemplo kiwi, naranja, ciruela. piña, mandarina y todo tipo de legumbres.
Estas, como por ejemplo la mandarina deben darse completas a los niños, habiendo retirado con mucho cuidado las pepas, si damos solo el jugo, le quitamos la fibra a las frutas.
Por parte de las verduras, todos las legumbres y el calabacín pueden ser tus mejores aliados.
Con información de: Bebeabordo.com.co
