Las autoridades chinas han ordenado una inspección de todas las vacunas del país, tras el escándalo surgido por la posible adulteración de estos productos que ha puesto en duda la credibilidad del sector sanitario nacional.
En el curso de la campaña, iniciada el miércoles, equipos de inspectores investigarán el proceso completo de fabricación de vacunas de todos los productores del país, anunció la Administración Estatal de Fármacos.
La inspección llega tras el escándalo que ha implicado a la farmacéutica china Changsheng Biotech, acusada de falsear los datos en 113.000 vacunas liofilizadas contra la rabia de uso humano.
Ya en octubre del año pasado, la firma fue multada con 500.000 dólares por la pobre efectividad de otras 250.000 vacunas contra la difteria, la tosferina y el tétanos, lo que obligó a las autoridades a llevar a cabo una masiva retirada de estos productos y reinocular la vacuna a más de 200.000 niños.
La denuncia, que fue rápidamente borrada por la censura sin que esto frenara el escándalo, hablaba además de décadas de prácticas ilegales en el seno de esa firma y de irregularidades en la producción de otros medicamentos de prevención de enfermedades como hepatitis B o varicela.Efe