Médicos mexicanos harán estudios con células extraídas del cordón umbilical con la intención de mejorar las condiciones de los bebés con displasia broncopulmonar y de las mujeres con incontinencia urinaria tipo 2.
Luz Mabel Ávila, médico especialista e impulsora del proyecto en Jalisco (oeste de México), dijo a Efe que uno de los protocolos está encaminado a probar los trasplantes de células hematopoyéticas -también conocidas como células troncales- tomadas del cordón umbilical del bebé para tratar la displasia broncopulmonar.
La displasia broncopulmonar es una enfermedad obstructiva crónica severa que se presenta en los niños que nacen de manera prematura con menos de un kilo de peso y a las 28 semanas de edad gestacional, obligándolos a permanecer conectados a un respirador artificial.
Ávila explicó que este tipo de células se extraen de la sangre y de la gelatina de Wharton del cordón umbilical y anteriormente han sido utilizadas en trasplantes para repoblar la médula ósea, pero se ha descubierto que también tienen un sistema inmune virgen.
El estudio estará a cargo de la empresa Cryo-Cell de México en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y será encabezado por el médico David Rodríguez, del Centro médico de Occidente en Jalisco, un hospital con una alta frecuencia de niños con displasia broncopulmonar.
Ávila, directora científica de Stem Medicina Regenerativa de Bogotá, dijo que el trasplante de células hematopoyéticas permitiría a los pequeños mejorar su calidad de vida y disminuir la frecuencia de hospitalizaciones por infecciones respiratorias, como se ha logrado en otros estudios internacionales.
Eduardo Sánchez, director operativo de Cryo-Cell, contó a Efe que este tipo de células tienen una amplia plasticidad y se pueden convertir en cualquier tipo de órgano o tejido, lo que permite que los médicos las “direccionen” hacia los objetivos que quieren lograr.
Afirmó que el tratamiento que se utiliza para el tratamiento de esta enfermedad data de hace 20 años, por lo que esta investigación aportaría una nueva alternativa clínica.
El Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea reportó 348 trasplantes de células hematopoyéticas en 2015, de los que 90 % se hicieron en pacientes pediátricos.
Con respecto a la incontinencia urinaria tipo 2, el hospital y la empresa trabajarán conjuntamente en un protocolo para colocar estas células en pacientes mujeres con la intención de que aumente la contracción de los músculos pélvicos, de manera que contengan la uretra y la orina no se escape, explicó Ávila.
En el estudio participarán pacientes con esta enfermedad cuyas células hematopoyéticas estén en resguardo de Cryo-Cell.
Sánchez adelantó que buscarán aplicar este tipo de terapias en protocolos para el tratamiento de otro tipo de enfermedades como la osteoartritis y la esclerodermia, una enfermedad autoinmune que endurece la piel y otros órganos como el esófago y los pulmones, informa Efe.
Los protocolos están en espera de la autorización del IMSS y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para iniciar con la práctica en los pacientes.