Un total de 46 nuevos casos de ébola se registraron en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) durante la semana del 19 al 25 de noviembre, según los datos divulgados por el Ministerio de Sanidad congoleño.
El número de contagios, en la que ya es considerada la mayor epidemia de ébola en la historia de la RDC, suma ya 419 casos, de los cuales 372 han sido confirmados en un laboratorio y 47 son probables.
El número de muertes probables, desde que se declarara este décimo brote el pasado 1 de agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, asciende a 240 fallecidos, de los que 193 han dado positivo, según las cifras oficiales a fecha del 25 de noviembre.
Se trata, además, de la primera vez que una epidemia de ébola tiene como epicentro una zona en conflicto, donde operan un centenar de grupos armados y se desplazan a diario miles de personas que podrían haber estado en contacto con el virus, lo que también limita la seguridad y el trabajo sobre el terreno del personal sanitario.
A fin de frenar el número de muertes, la ONG Alianza para la Acción Médica Internacional (ALIMA) anunció ayer la puesta en marcha -gracias a un consorcio internacional coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- de un novedoso ensayo clínico terapéutico en su centro de tratamiento en la ciudad de Beni, en Kivu del Norte.
Esta noticia llega precedida por la aprobación, por parte del comité ético de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Kinshasa, de un protocolo de ensayos clínicos aleatorios con cuatro moléculas: mAb 114, ZMapp, Remdesivir y Regeneron.
Estos cuatro tratamientos se distribuirán de forma aleatoria, siempre con consentimiento previo del paciente o de su familia, sin que el centro de tratamiento pueda elegir entre ellos con el fin de evitar cualquier subjetividad en los ensayos.
Esta última epidemia de ébola constituye la más grave de toda la historia de la RDC en relación al número de casos, ya que supera el récord de 318 contagios registrado en 1976 durante el primer brote de este virus en Yambuku, en la provincia noroccidental de Ecuador.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados y es más virulento cuanto más avanzado está el proceso, hasta alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %.
La peor epidemia de esta enfermedad conocida en el mundo se declaró en marzo de 2014, con primeros casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakry, desde donde se expandió a Sierra Leona y Liberia, informa Efe.
La OMS dio por acabada la epidemia en enero de 2016, después de registrarse 11.300 muertes y más de 28.500 casos, aunque la agencia de la ONU admitió que esas cifras pueden ser conservadoras.
