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Datos a largo plazo de varios estudios revelan que un tratamiento más precoz de los pacientes con esclerosis múltiple reduce el riesgo de progresión de la discapacidad y que este efecto se mantiene con el tiempo.
Los estudios han sido presentados este viernes en el XXXV Congreso del Comité Europeo para el tratamiento y la investigación de la esclerosis múltiple (ECTRIMS), que se celebra en Estocolmo (Suecia).
Alrededor de 700.000 personas en Europa y unas 47.000 en España padecen esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa y crónica que afecta más a las mujeres que a los hombres.
Los resultados revelan que un inicio más precoz del tratamiento produjo una reducción del 42 % del riesgo relativo de que los pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva necesitaran silla de ruedas a los 6,5 años en comparación con los que iniciaron el tratamiento después.
La proporción de pacientes con esclerosis múltiple recurrente (la forma más común) y progresión confirmada de la discapacidad al cabo de 24 semanas fue menor entre los tratados con el fármaco de manera continuada (seis años) que entre los que lo utilizaron después de dos años de usar otro tratamiento.
Además, la progresión de la discapacidad en las extremidades superiores se redujo “significativamente” en los que recibieron tratamiento continuo en comparación con los que cambiaron desde placebo.
En el congreso se ha presentado también otro estudio en el que se probó esta misma terapia durante dos años en pacientes con la forma remitente recurrente que ya habían recibido algún tratamiento previo como mínimo 6 meses.
La doctora Celia Oreja, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha explicado que por la resonancia magnética se vio que empieza a ser efectivo en la semana 8, lo que supone que “actúa con rapidez”.
“Muchas veces tienes a un paciente que está teniendo brotes y es fundamental que al cambiarle de tratamiento el nuevo tenga efecto pronto, y no esperar tres o cuatro meses a que empiece a funcionar”, ha advertido.
Respecto al nivel de eficacia, se ha comprobado que al cabo de un año hay un 86 % de los pacientes no tienen brotes, ni progresión ni nuevas lesiones en resonancia.
“Es clave ese nivel de eficacia y que además se alcance de forma tan temprana”, ha subrayado.
El fármaco es el primer modificador de la enfermedad que actúa de forma selectiva eliminando un tipo de células específicas del sistema inmunológico que contribuyen al daño de la mielina y los axones, causantes de la discapacidad. EFE