Una de cada siete decisiones clínicas que se toman en América Latina debería estar basada en pruebas de diagnóstico, pero la falta de acceso evita el uso eficiente de las nuevas tecnologías, según dijo a Efe una especialista.
Durante el Congreso ISPOR America Latina 2019, Karine Ferreira, ejecutiva de Roche Latinoamérica, indicó que “pese a su importancia, se invierte muy poco en pruebas de diagnóstico y esto evita que tenga un mayor impacto este tipo de tecnología en la salud de las personas”.
Agregó que este tipo de pruebas cobra especial importancia debido a que proveen información del paciente gracias a que utilizan biomarcadores que ayudan a saber, por ejemplo, el grado de enfermedad de un paciente.
ISPOR es un congreso que reúne a ejecutivos y especialistas en economía de salud e investigación de resultados organizado para debatir los retos en materia de salud que existen en América Latina.
Ferreira, directora de Acceso Médico y de Mercados de Roche Latinoamérica, aseguró que con las pruebas de diagnóstico se pueden evitar hospitalizaciones innecesarias “que en general son muy costosas” pero que también ayudan a mejorar los tratamientos porque “se sabe de qué manera un medicamento ayudará o no a un paciente”, aseveró.
Desafortunadamente, dijo, en regiones como Latinoamérica hace falta todavía tener mayor impacto en los tomadores de decisiones, quienes aún están poco conscientes de los beneficios que tienen estos diagnósticos para los sistemas de salud.
“No es una prueba que pueda ir el paciente a comprar a la farmacia, pero mientras informemos a los tomadores de decisiones sobre los beneficios creo que podremos tener un mayor impacto”, estimó.
Destacó, no obstante, que en los últimos años se ha visto que hay un esfuerzo muy grande de todos los pagadores de salud en los países de la región para poner a disposición de toda la población este tipo de tecnologías.
Sin embargo, existe el gran reto de “conectar el valor que tienen los beneficios de la prueba con el dinero que se invierte para obtenerlas”, expresó.
La experta resaltó la importancia de contar con socios estratégicos que ayuden a mejorar el acceso a este tipo de pruebas.
“Si trabajamos juntos podemos hacer la diferencia, tenemos fe en que todos estamos juntos en todo esto que es como un ecosistema”, dijo.
Las pruebas diagnóstico, afirmó, tienen un beneficio además para los pacientes, pues impacta en su calidad de vida ya que si la gravedad de su padecimiento no es alta, les permite reincorporarse a su vida cotidiana con solo un cambio de tratamiento.
Vania Cristina Canuto, integrante del Ministerio de Salud en Brasil, explicó que en aquel país la toma de decisiones de salud está vinculada a la incorporación de la tecnología, la cual siempre está basada en evidencia.
E incluso, señaló, se ha ponderado la evaluación de estas tecnologías para incorporarlas al sistema de salud lo más pronto posible con la finalidad de beneficiar a los pacientes.
Adriana Robayo, integrante del Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS) de Colombia, señaló que en el país se ha creado este organismo que hace una evaluación con base en las pruebas diagnósticas para saber si un medicamento funciona o no.
Explicó que con el auge de la medicina personalizada es necesario voltear la mirada a este tipo de tecnologías “pues no es solo dinero, es darle valor a los pacientes”.
Robayo aseguró que este es el momento oportuno para entender y resaltar el valor de estas pruebas, sin embargo, también es necesario que los países y las instituciones de salud locales se capaciten para explotar los beneficios de estas tecnologías.
“Debemos entender que esto impacta no solo a los Ministerios de Salud, sino a los sistemas público y privado. Al final todos tenemos el mismo objetivo: garantizar la calidad de vida y hacer un sistema de salud sustentable”, finalizó Karine Ferreira.