Foto: Archivo Referencial
La empresa del físico, inversionista y magnate sudafricano Elon Musk, se encuentra en la creación de un chip que pueda registrar la actividad cerebral y estimularla, de tal manera que pueda tratar diferentes patologías que son recurrentes en la humanidad, algunas de ellas son la esquizofrenia y el autismo, trastornos que lastimosamente no tienen una cura aún.
Neuralink anunció el desarrollo de este dispositivo que sería implantado en el cerebro que, con ayuda de inteligencia artificial, registraría la actividad de este órgano y la mejorarla; de acuerdo con su dueño, la compañía ya empezó a experimentar con algunos animales para comprobar sí la tecnología puede ayudar a tratar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson en un futuro.
Sin embargo, el plan del magnate aún tiene un pequeño problema, pues de acuerdo a la Sociedad Nacional de Autismo Británica, esta patología no es una enfermedad, sino una neurodivergencia y, por lo tanto, tampoco podría tratarse, así sea por este medio tecnológico:
“El autismo no es una enfermedad o una discapacidad y no se puede ‘curar’. A menudo las personas sienten que ser autista es un aspecto fundamental de su identidad”, aseguró la sociedad.