La bollería industrial, las bebidas gaseosas -incluida las ‘lights’-, los cereales azucarados, las sopas de verduras deshidratadas, los derivados cárnicos o embutidos son alimentosultraprocesados cuyo abuso está asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, cáncer y muerte prematura.
Esta es la principal conclusión de sendos estudios, uno de ellos con datos españoles, que se publican en la revista BMJ (British Medical Journal) y en los que sus autores piden urgentemente políticas que limiten su ingesta para evitar problemas de salud.
Estos alimentos son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas ‘trans’, proteína hidrolizada, aditivos), y no contienen ningún alimento entero reconocible; si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea ultraprocesado.
Los investigadores evaluaron así las posibles asociaciones entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el riesgo de muerte por distintas causas, como cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Los resultados muestran que un mayor consumo de este tipo de productos, en más de cuatro raciones al día, está vinculado con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad por todas las causas analizadas -cáncer, cardiopatías y otras-, en comparación con un menor consumo, menos de dos raciones de ultraprocesados por día.
De la cohorte que participó en este estudio, fallecieron 335 durante el seguimiento medio de 10 años y la principal causa de muerte fue por cáncer, seguida de enfermedad cardiovascular, señala Bes-Rastrollo.
Según este trabajo, por cada porción diaria adicional de alimentos ultraprocesados, el riesgo de mortalidad se incrementa en un 18%. EFE