Impactar la seguridad del paciente y la calidad de los servicios a través de políticas que expandan y garanticen el proceso de acreditación como un mecanismo que impulse y fortalezca los sistemas de salud de la región, será el eje central de la discusión del Healthcare Advance Conference 2018 (HAC2018, por sus siglas en inglés).
La conferencia organizada por la Universidad Internacional de la Florida (FIU), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la International Society for Quality in Healthcare (ISQua) y el Centro Médico Imbanaco tendrá como sede de su segunda versión a Colombia, país que se destaca en la región por los importantes avances que ha hecho en áreas como la cobertura de aseguramiento, que es prácticamente universal, pero que aún tiene mucho camino por recorrer en componentes como la calidad y seguridad del paciente, situación que confirmó un reciente estudio realizado por el BID donde el 70% de colombianos manifestaron estar insatisfechos con los servicios de salud que reciben.
Para Alejandro Arrieta, profesor de la Universidad Internacional de la Florida, organizador del HAC2018, “la aparente paradoja entre el reconocimiento de organismos y expertos internacionales por los avances de Colombia en materia de salud, y la mala percepción de los usuarios de la calidad de sus servicios, nos motivó a realizar el HAC2018 en Colombia, un espacio donde a partir de una visión global se buscarán mejoras en la seguridad del paciente a través de mayor calidad y mejor gestión de riesgos en salud, no solo para Colombia, sino para el resto de la región”.
La acreditación como herramienta principal para impulsar la calidad
Siendo la baja calidad en los servicios uno de los componentes que está frenando el avance en la salud, no solo de Colombia, sino de gran parte de países de la región, donde persisten la baja capacidad en la atención, las prácticas médicas inadecuadas o inseguras, los errores de medicación y los tratamientos inapropiados, la calidad se debe poner en el centro de la discusión, ya no como un hábito promovido por los profesionales de la salud, sino como una práctica de todas las instituciones de salud, la cual se debe impulsar desde el gobierno a través de un Sistema Único de Acreditación con sus líneas de enfoque de riesgo, seguridad del paciente y humanización de los servicios.
En este sentido, casos como el de Estados Unidos, México, y recientemente, el de Chile, donde los programas de acreditación son obligatorios para aquellos prestadores de salud que atiendan a pacientes con aseguramiento público, se convierten en experiencias replicables en el resto de la región.
La Dra. May Chomalí, Directora de Servicios Médicos de la Clínica Las Condes-Chile, quien será expositora del HAC2018, asegura que “pasar de un sistema de acreditación voluntario a uno obligatorio, no solo es un medio para mejorar la calidad y hacer masivo el mejoramiento de las instituciones de salud, sino que el proceso en sí pone la seguridad y atención del paciente en el foco de atención, lo cual es tremendamente beneficioso para todo el sistema”.
Por su parte, Gabriel Álvarez, Director Ejecutivo, Grupo San Pablo-Peru, dice que “a partir de la experiencia de la institución, el trabajo que se realice para una acreditación no debe verse como un gasto de última línea, sino como una inversión para mejorar la seguridad”. “Así, las estrategias que deben tomar los establecimientos de salud da la región para mejorar la seguridad de los pacientes deben ser un tema de gobierno, que a través de políticas de acreditación establezcan los canales adecuados de apoyo de los participantes. Sin estas políticas, el esfuerzo de una entidad como la nuestra se convierte simplemente en un grano de arena, dentro de la cantidad de instituciones de saludad de América del Sur”, concluye.
Dentro del esquema colombiano, la de la Asociación Nacional de empresarios (ANDI), a través de la Cámara Sectorial de Salud ha trabajado la última década para garantizar que las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) entren dentro de un esquema de acreditación con estándares superiores, enfocado a brindarle mejores servicios a la población afiliada, aportando en la disminución de costos que implica la no calidad dentro de los sistemas de salud.
“Ampliar este modelo de acreditación va a contribuir a que se centre la atención en el paciente, garantizando una atención más segura y humanizada en la que se analicen los riesgos, se utilice apropiadamente la tecnología, se realice mejoramiento continuo y se borde la calidad como una responsabilidad social”, aseguró Carlos Eduardo Jurado, Director de la Cámara Sectorial de Salud de la Asociación Nacional de empresarios (ANDI).
Frente a este panorama, el HAC2018 se convierte en un escenario de dialogo e intercambio de ideas copn los más de 20 expertos internacionales que aportarán con sus recomendaciones a mejorar la seguridad de los pacientes a través de mejor calidad y gestión de riesgos.