Columna de opinión: El mejor credo no tiene fanáticos

freddy serrano diaz 2023 cablenoticias

Cuando la política involucra religiosidad con el más mínimo interés de influir decisiones de voto, aleja a las personas de lo racional.

Algunos estamos convencidos que la fe proporciona un significado a la vida, nos ayuda a entender nuestro lugar en el mundo y la relación con algo más grande que nosotros mismos, es una fuente de consuelo y apoyo, guia decisiones y acciones, nos hace distinguir entre el bien y el mal, inspira la esperanza, es el instrumento base para cada uno de nosotros, pero cuan necesario resulta mantener el credo lejos de la política.

Teólogos, filósofos y políticos se ocupan de resolver la discusión ¿participa Dios en política?, pues bien: “Suyo es el poder y la gloria”, Él influye en todo a través de la oración y la acción de los creyentes, es el soberano absoluto del universo y su voluntad se manifiesta, pero que quede claro, la religión y la política deben mantenerse separadas para que la imposición de creencias no genere conflictos y divisiones, más cuando el fanatismo trae violencia.

El mundo contemporáneo tiene el reto de proteger la libertad de expresión, prevenir la politización de la religión y fomentar la tolerancia, el respeto, luego una creencia jamás será argumento valedero para defender o justificar el accionar político de los seres humanos.

¿Se vale creer?, claro que sí, hace parte de la individualidad, es fundamento de la vida, pero las epifanias colectivas que como manifestación generan cambios en la conciencia de una sociedad, no son otra cosa que la instrumentalización provechosa de la consecución de adeptos.

Cuando la política involucra religiosidad con el más mínimo interés de influir decisiones de voto, aleja a las personas de lo racional, motiva el activismo a partir de ganchos de persuación y mezcla la casualidad con la divinidad.

No somos quienes para cuestionar las creencias de ningún ser humano, simplemente queremos que la política de la mano de Dios evite que en su nombre se consigan electores para llevarlos a votar.

DIOS está en todas partes. incluso en la política, simplemente evita emitir señales divinas para influir en la voluntad de la gente que jamás estará por encima de la suya.

Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político