El autismo es una condición que puede detectarse dentro del primer año de vida de un niño y de no diagnosticarse a tiempo puede repercutir en la calidad y expectativa de vida de estas personas, alertó una especialista.
“Antes se pensaba que se debía diagnosticar hasta los 3 años porque es cuando el niño debe tener ya cierto desarrollo, pero ahora se sabe que se puede saber de esta condición en los primeros 12 meses de vida”, señaló a Efe Judith Vaillard, directora general de Domus, Instituto de Autismo, en la Ciudad de México.
De hecho, aseveró, su desarrollo puede alcanzar niveles de funcionamiento y adaptación adecuados siempre y cuando reciban la atención necesaria “pueden alcanzar edades hasta 50 o 70 años”.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños en el mundo tiene un TEA, pero en los últimos 50 años, la prevalencia mundial parece estar aumentando.
La especialista explicó que las personas con este trastorno tienen dificultades para entender el lenguaje tanto verbal como no verbal y por eso persiste una dificultad en su comunicación social.
La especialista aseveró que todavía existen muchos mitos alrededor de esta condición pues “mucha gente piensa que el problema del autismo es que estas personas no pueden hablar o que esto es provocado por las vacunas, lo cual es totalmente falso”.
“Necesitamos que se capacite no solo el personal médicos sino también los papás, ellos deben tener mejores recursos para enfrentar el reto de educar y criar a un hijo con autismo”, agregó.
Finalmente, recomendó que tras el diagnóstico los padres busquen ayuda profesional para comenzar la atención de forma inmediata, no dejarse llevar por tratamientos “mágicos” o curas milagrosas, por lo que es mejor buscar información y hacerlo en fuentes confiables.
Además, dijo, deben ser capaces de entender que cada niño es diferente, por lo que los tratamientos también son distintos. Efe