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El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo este lunes que el Reino Unido no cerrará escuelas o suspenderá eventos con concurrencia de público por el COVID-19, pero admitió que la extensión del virus será “más significativa” en los próximos días.
Johnson trató de calmar el nerviosismo por el avance del coronavirus al término de una reunión del llamado comité de emergencia COBRA, integrado por los principales ministros para evaluar las medidas a tomar ante la propagación de la enfermedad.
En el Reino Unido hay por el momento un total de 35 casos confirmados del COVID-19, pero las autoridades sanitarias británicas esperan que la cifra aumente rápidamente en las próximas semanas.
“Hemos acordado un plan para que cuando empiece a extenderse (el coronavirus), como me temo que es probable que ocurra, estemos en una posición de tomar las medidas necesarias para contener la extensión de la enfermedad todo lo que podamos, y proteger a los más vulnerables”, dijo el “premier” conservador.
Si bien no quiso entrar en detalle sobre este programa sanitario, Johnson indicó que espera que se pueda dar a conocer en los próximos días o semanas.
En una breve declaración a los medios, el jefe del Ejecutivo dijo que cualquier medida que tome el Gobierno para contener el coronavirus estará sujeta a la recomendación de los científicos.
“Nuestras cuatro regiones del Reino Unido y responsables médicos están implicados en esto y nos ayudarán a adoptar las decisiones clave sobre cuándo y cómo tomar los pasos para proteger” a la población, añadió.
“No debemos olvidarnos de que lo más simple que todos podemos hacer para apoyar al NHS (Sanidad pública) es lavarnos las manos (…) con agua caliente. Es importante que la gente continúe (haciendo) eso y que siga con la vida de manera normal”, puntualizó.
El Reino Unido ha pedido a los ciudadanos que hayan regresado del norte de Italia que permanezcan aislados en sus casas, como medida para contener la extensión del virus. Efe