Foto: Captura de video Twitter (@sanvicentefund)
En el Hospital Infantil San Vicente Fundación de Medellín, los niños que deben ir a diferentes terapias, consultas médicas, exámenes y hasta cirugías llegan en un vehículo rojo, eléctrico y con incorporación de sirenas y luces intermitentes, esta iniciativa promovida por la institución permite que los pacientes puedan olvidar el dolor que sienten y hasta el miedo por asistir a procesos médicos de alto riesgo.
Para los pacientes más pequeños del hospital, los trámites tediosos que deben cumplir y los desplazamientos dentro de la clínica se convirtieron en una felicidad, los vendajes en sus brazos y las molestias por las quemaduras no impiden que niños y niñas tomen el volante, conduzcan sonrientes y con asombro entre su habitación, el quirófano y los diferentes lugares dentro del hospital.
El vehículo eléctrico ya cumple cuatro meses desde su inauguración en el centro asistencial y es conducido por aproximadamente 10 niños al día, donde funcionarios de este hospital, como el cirujano pediátrico Abraham Chams, asegura que el hecho de movilizarlos a través de este carro reduce la tensión de los pacientes, a muchos otros les detiene las lágrimas y el temor por la presión que se sienta al estar una clínica.
El Hospital San Vicente cuenta con dos de estos vehículos para la “terapia antisufrimiento” como se conoce a la iniciativa, uno de ellos es eléctrico y puede recorrer los pasillos del centro médico a su gusto y está diseñado para niños mayores de cuatro años, mientras que existe otro que necesita de alguien que lo empuje para poderse mover, el que está destinado para los niños más pequeños.