Más de 300 personas al año mueren en Chile a causa del cáncer de piel y la inmunoterapia se instaló como una real opción, que puede llegar a reducir en hasta un 80 % la intensidad de las complicaciones clínicas, incluyendo la diseminación metastásica, y aumentar considerablemente la supervivencia.
En este país suramericano, de 17,2 millones de habitantes, el cáncer de piel ocupa el tercer lugar entre los más comunes al observar un aumento de un 20 % en los casos entre el año 2010 y 2015.
Especialistas chilenos explicaron a Efe que existen diversos tipos de cáncer de piel, sin embargo los de tipo melanoma, si bien son menos frecuentes (1-4 %), son los más agresivos y los que producen mayor cantidad de muertes (75 %).
Un melanoma -el tipo más agresivo de cáncer de piel- es un tumor maligno que se origina en los melanocitos que son células que forman parte de la epidermis, la capa superior de la piel y el epitelio de las mucosas.
Se originan por diversas causas como excesiva exposición a la luz solar durante la niñez y juventud lo que puede causar cambios en el ADN de las células de la piel (melanocitos) para años después convertirse en melanomas malignos.
“La mayor parte de los melanomas malignos que se detectan en etapa temprana se pueden curar con cirugía y/o algún tipo de tratamiento complementario, de hecho cerca del 90-95 % de estos casos tiene buen pronóstico a los 5 años (melanoma in situ)”, señaló el patólogo y oncólogo molecular, doctor Ramón Gutiérrez.
No obstante, Gutiérrez, director ejecutivo del Centro Clínico ReCell, aseguró que los melanomas avanzados son más difíciles de tratar puesto que generalmente se propagan, invaden tejidos vecinos y comprometen órganos vitales y sitios distantes al tejido de origen, ocurriendo la denominada metástasis, pudiendo comprometer huesos, hígado, pulmones o riñones, entre otros.
“En estos casos, si las células malignas ya invadieron la lámina basal, es posible que ingresen a formaciones linfovasculares a través de las cuales se diseminan a distancia, generando el compromiso secundario llamado metástasis, lo cual compromete severamente las opciones de curación y expectativas de sobrevida, con solo un 16 % de sobrevida a los 5 años”, enfatizó.
Sin embargo, las líneas de investigación de la inmunoterapia contra el cáncer tipo melanoma han avanzado significativamente durante los últimos años y en la actualidad existen tratamientos capaces de estimular el sistema inmunológico del paciente, reconociendo y destruyendo las células tumorales, y entregando una nueva esperanza a los pacientes.
“Estos tratamientos están dirigidos contra células específicas del tumor, evitando así dañar otros tejidos del cuerpo, como el mismo sistema inmune inclusive, con lo cual se reducen notablemente las molestias y complicaciones puesto que no ataca los tejidos sanos del cuerpo e incluso, cuando el sistema inmunológico se acostumbra al tratamiento, es capaz de seguir actuando contra el tumor a modo de ‘memoria’, lo que permite prolongar la sobrevida”, apostilló.
En Chile, el Centro Clínico ReCell realiza inmunoterapia de células dendríticas de tercera generación que es la versión más completa de la misma “técnica” que ganó el Premio Nobel de Medicina en 2011 y cuyos avances obtuvieron el Nobel 2018 a comienzos del mes de octubre.
Este es uno de los protocolos más personalizados y específicos que existen dado que se elabora para cada paciente, con muestras de su tumor y células de su sangre que luego se programan en laboratorio y se vuelven a reinsertar en el individuo de forma ambulatoria.
Para los melanomas malignos la inmunoterapia, logra hasta cuadruplicar la sobrevida general de los casos que la incluyen, lo que supone un importante complemento respecto a los resultados obtenidos con otro tipo de tratamientos.
“De hecho, hemos tenido casos cuya expectativa de vida era de cuatro a seis meses, y tras ser tratados por inmunoterapia de células dendríticas a partir de una biopsia del tumor, lograron una sobrevida que superó los dos años y medio con buena calidad de vida”, destacó el patólogo y oncólogo molecular, informa Efe.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se diagnostican en el mundo más de 3,5 millones de casos relacionados con el cáncer a la piel y en promedio cada hora muere una persona como consecuencia directa o indirecta de algún tipo de enfermedad asociada a la exposición solar.