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Profesionales médicos criticaron a los padres de una adolescente que perdió la vida, después de que se diagnosticara como contagiada de coronavirus, y sus progenitores decidieran seguir la promoción del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para tratar esta enfermedad con los fármacos azitromicina e hidroxicloroquina.
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Se trató de Carsyn Leigh Davis de 17 años, quien desde corta edad fue diagnosticada con varias complicaciones de salud, tales como cáncer, obesidad mórbida, un raro trastorno autoinmune y ahora se le sumó el coronavirus. La joven residía en el condado de Lee, Florida, convirtiéndose en la víctima mortal más joven de este territorio norteamericano.
Según lo explicó el reporte oficial del médico que trató a Carsyn, la adolescente habría asistido a una masiva celebración en una iglesia de este Estado de los EE.UU, donde no se habrían respetado las medidas sanitarias, el distanciamiento social y el uso de mascarilla, prácticas que buscan detener la expansión del coronavirus.
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A través de las redes sociales se dio a conocer de este evento masivo, que fue promovido como “la fiesta de liberación”, la cual prometía contar con juegos, multitud de sermones, comida gratis, entre otros. Posterior a que los padres de Carsyn corroboraron que su hija era una de las infectadas por la pandemia, decidieron tratarla con dos de los medicamentos más controversiales para el uso en pacientes del COVID-19, azitromicina e hidroxicloroquina.
