La salud sexual y reproductiva es un derecho “consolidado” en Latinoamérica a diferencia de la educación sexual, que sigue siendo la “gran” asignatura pendiente de la región, dijo este miércoles a Efe un especialista del Fondo de Población de la ONU (UNFPA).
“En América Latina, con dificultades y con muchas inequidades, se ha consolidado el derecho a la salud sexual y reproductiva. Hemos avanzado mucho más en servicios sanitarios que en educación”, aseguró el asesor de Insumos de Salud Sexual y Reproductiva del organismo internacional, Federico Tobar.
Tobar explicó que todos los países de la región han desarrollado en los últimos años políticas públicas de salud sexual y reproductiva, en las que se incluye acceso gratuito a anticonceptivos y medicamentos para la atención de la gestación y el parto.
“La respuesta en Latinoamérica ha sido contundente, mucho más que en Asia y África”, afirmó el experto, a raíz de la publicación este miércoles en Berlín (Alemania) del último informe sobre el Estado de la Población Mundial elaborado por el fondo.
En un principio, apuntó, la región dependía principalmente de las donaciones de preservativos que hacían las distintas agencias de la ONU, pero los países fueron poco a poco tomando conciencia sobre la importancia de destinar fondos propios para la salud sexual y reproductiva.
En la actualidad, indicó, solo Haití, Honduras y Bolivia siguen recibiendo donaciones puntuales de preservativos y ya es posible encontrar de manera gratuita “al menos 5 anticonceptivos distintos” en la sanidad pública de cualquier país latinoamericano.
“En el enfoque de planificación familiar basada en derechos, lo que se busca no es que la mujer use anticonceptivos, sino que potencie sus decisiones y sea capaz de decidir cuándo quiere quedarse embarazada, cuánto quiere espaciar sus embarazados o cuál es el método que más se adapta a su estilo de vida”, aclaró.
Este avance regional en salud sexual y reproductiva se refleja de manera directa en la tasa de fecundidad por mujer: en 1969 las latinoamericanas tenían de media 5,4 hijos, una cifra que descendió hasta los 3 hijos en 1994 y que en 2019 se sitúa en los 2 hijos por mujer, según el informe.
El documento también señala que el 70 % de las latinoamericanas usan hoy en día algún método anticonceptivo, frente al 57 % de 1994, y que la mortalidad materna se ha reducido en los últimos 25 años de 117 muertes por cada 100.000 nacidos a 68 muertes.
Las minorías siguen siendo las más afectadas por la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, particularmente las étnicas, los adolescentes, las personas solteras, la comunidad LGTBI, los discapacitados y la gente más pobre de las áreas tanto rurales como urbanas, de acuerdo al informe.
Tobar aseguró que pese a los avances que ha hecho la región, aún hay “muchas cosas por hacer” sobre todo en lo relativo a la educación sexual: “Latinoamérica es muy conservadora”, lamentó,
“Hay muy pocos países que han incorporado la educación sexual en sus currículos escolares, básicamente enseñan biología y no cómo usar un preservativo”, denunció el experto.
La falta de educación sexual, sumado a que el inicio sexual en la región es cada vez más temprano, se traduce en un aumento de los embarazos adolescentes, especialmente en las menores de 15 años.
“Los ‘millennials’ tienen mucho acceso a información, pero tienen muchos mitos y mucha confusión. Internet no es una fuente fiable. Los chicos no pueden encontrar la información en Internet, no pueden hablar con sus padres ni tampoco con sus maestros. Esto es un caldo de cultivo”, alertó.