El fundador de la empresa francesa que fabricaba y comercializaba los implantes mamarios fraudulentos PIP, Jean-Claude Mas, que originó un escándalo sanitario en Francia y otros países, murió este jueves a los 79 años de edad, anunció su abogado, Yves Haddad.
En mayo de 2016, había sido condenado de forma definitiva a cuatro años de cárcel por fraude agravado y fraude contra la compañía alemana de certificación TÜV, a la que engañó durante años sobre la composición del gel de las prótesis.
A Mas, que no ingresó en prisión, también se le impuso una multa de 75.000 euros y se le prohibió ejercer una profesión en el ámbito sanitario o médico.
El hombre había fundado en 1991 la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), que se convirtió en el cuarto fabricante mundial de prótesis mamarias gracias a sus implantes de bajo coste fabricados con un gel no homologado por las autoridades.
Mas, que en 2012 cumplió ocho meses de detención provisional, admitió en 2013 que utilizó una silicona industrial, pero afirmó que sus prótesis no suponían ningún riesgo sanitario y acusó a las mujeres que lo demandaron de ser “frágiles” y pretender “sacarle el dinero”.
PIP llegó a obtener el 84 % de su facturación fuera de Francia, especialmente en América Latina y otros países europeos, y en total se estima que en todo el mundo hubo cerca de 400.000 mujeres afectadas.
La alerta saltó en 2010, después de que las autoridades sanitarias francesas retiraran esos implantes del mercado por su índice anormal de rotura y el uso de un gel diferente al declarado oficialmente.
En diciembre de 2011, recomendaron a las portadoras que se las retiraran a título “preventivo y sin carácter de urgencia”, incluso si los implantes no mostraban signos de deterioro. La decisión se tomó tras sospechar que esas prótesis causaron la muerte de al menos una mujer. Efe