El brote de ébola que azota dos provincias del noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha dejado ya 900 muertos en casi 1.400 casos de la enfermedad, según los últimos datos divulgados por el Ministerio de Sanidad.
El ébola, declarado el pasado 1 de agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, ha dejado 900 muertos (834 de ellos confirmados en laboratorio) en 1.396 casos, según las últimas cifras facilitadas por el Ministerio, que cuentan con datos hasta el 25 de abril.
Los casos de ébola y los fallecimientos comunitarios, es decir, acaecidos fuera de un centro de ébola, se han disparado en los últimos días, con 10 muertes en el último día.
En menos de 15 días la enfermedad ha dejado un centenar de muertos. El control de este brote, el más letal de la historia de RDC, se ha visto obstaculizado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y a la inseguridad en la zona, donde operan numerosos grupos armados.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos como Médicos Sin Fronteras se han visto forzados a paralizar algunas actividades en zonas como Butembo (uno de los principales focos activos actuales), debido a los ataques contra sus centros.
En el más grave de esos ataques murió un epidemiólogo que había sido enviado por la OMS a esa localidad para apoyar los esfuerzos de control de la actual epidemia de ébola.
Desde el pasado 8 de agosto, cuando comenzaron las vacunaciones, más de 105.000 personas han sido inoculadas, en su mayoría en las ciudades de Katwa, Beni, Butembo, Mabalako y Mandima, de acuerdo con las últimas cifras del Ministerio de Sanidad.Efe