El primer bebé concebido con un óvulo de una donante cuyo material genético pertenece sin embargo a la madre nació en Atenas, una técnica pionera contra la infertilidad fruto de un proyecto piloto dirigido por el centro español Embryotools y una clínica de reproducción asistida griega.
La madre del bebé, de 32 años, sufría infertilidad tras haber sido operada dos veces de endometriosis severa y se había sometido hasta en cuatro ocasiones a tratamientos de fecundación in vitro convencionales, sin éxito. Gracias a este nuevo tratamiento, ya tiene en sus brazos al esperado pequeño.
“Esta técnica puede abrir una nueva era en la reproducción asistida”, declaró a Efe el director científico de Embryotools, que tiene su sede en Barcelona, Nuno Costa-Borges, desplazado a Atenas para atender el parto.
La novedad de la técnica de la Transferencia de Huso Materno (MST, en sus siglas en inglés) es que permite que mujeres que no consiguen el embarazo con tratamientos in vitro convencionales -que usan el material ovárico de la paciente-, puedan hacerlo con la ayuda de una donante de óvulos pero sin renunciar al propio material genético.
Esto es posible porque se extrae el huso meiótico (núcleo) de un ovocito (óvulo inmaduro) no fecundado de la paciente, dónde se encuentra el ADN, y se implanta en un ovocito sano proveniente de una donante, al cual a su vez se ha retirado previamente su núcleo.
De esta forma, el óvulo resultante contiene el material genético de la paciente pero el resto de componentes, que tienen un papel crucial en la salida adelante del embrión, son de una donante sana.
Costa-Borges explicó que el nacimiento del primer bebé es “la última prueba que quedaba” para demostrar que se trata de “una técnica segura y eficiente”, investigada durante más de cinco años por el equipo de Embryotools, y que les valió un premio de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM).
El bebé ha nacido con un peso de 2,96 kilogramos y midiendo 51 centímetros. Su vida será totalmente normal, aunque estará sometido a un amplio seguimiento para supervisar el impacto de la técnica en su desarrollo.
Para Costa-Borges, el hecho de que en la MST las donantes solo aporten citoplasma reduce “la carga psicológica” que puede conllevar donar los propios ovocitos y que, por tanto, facilitará que un mayor número de mujeres se anime a participar.Efe