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Las estatinas, que son los medicamentos más recetados para las enfermedades cardiacas y el colesterol alto, no parecen vinculadas con la pérdida de memoria entre los ancianos, según un estudio que publica la revista Journal of the American College of Cardiology.
Más de la mitad de los pacientes a quienes se les ha recetado una estatina no toma esos medicamentos debido a las preocupaciones por su supuesta vinculación con una merma cognitiva, y esto tiene un impacto significativo en la salud pública, según Katherine Samaras, directora de Obesidad Clínica y Nutrición en el Hospital St. Vincent, de Sydney (Australia).
Unas 17 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades cardiovasculares, según la Organización Mundial de la Salud.
Los factores de riesgo incluyen la alta presión arterial, los altos niveles de lípidos, el tabaquismo, la falta de ejercicio físico, la obesidad, la diabetes y las condiciones socioeconómicas.
El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en la sangre y es necesaria para la salud celular, pero los altos niveles de ciertos tipos de colesterol conducen a depósitos en las vías sanguíneas que pueden causar coágulos, ataques cardiacos e infarto.
Las estatinas son un tipo de medicamentos que reducen los niveles de lipoproteínas de baja densidad y así reducen los riesgos de ataque cardíaco. Los efectos secundarios conocidos de las estatinas incluyen dolores musculares, mayores riesgo de diabetes y niveles anormales de enzimas del hígado en la sangre.
“Llevamos a cabo el análisis más completo hasta la fecha de cognición en ancianos usuarios de estatinas, y no encontramos resultados que sustenten la noción de que las estatinas que bajan el colesterol causen deterioro de la memoria”, añadió Samaras, quien dirigió el estudio.
Los autores de la investigación evaluaron los cambios en el cerebro de 1.037 individuos, con edades entre 70 y 90 años, midiendo cinco áreas de cognición mediante 13 pruebas diferentes y escaneos con imagen de resonancia magnética (MRI, en inglés) del cerebro a lo largo de seis años.
En términos generales no se halló una asociación entre el uso de estatinas y la función cognitiva desde el punto de partida de los estudios y los datos a los seis años de observación.
Los investigadores sí encontraron una relación entre los pacientes usuarios de estatinas, la enfermedad cardíaca y los puntajes de memoria y aprendizaje a los seis años.
Entre los pacientes con enfermedad cardíaca, los usuarios de estatinas mostraron una tasa más lenta de merma en sus puntajes en comparación con las personas que nunca usaron estos medicamentos.
En cambio, en los pacientes sin enfermedad cardíaca la tasa de merma entre los usuarios y los no usuarios de estatinas fue similar.
Los resultados de este estudio “sustentan la opinión de que las preocupaciones acerca de la merma cognitiva no deberían limitar el uso de estatinas, y abren la posibilidad de que las estatinas puedan alterar favorablemente la trayectoria cognitiva en un grupo de ancianos con alto riesgo de mal de Alzheimer”, escribieron en un comentario Constatino Iadecola y Neal Parikh, de la clínica Weill Cornell Medicine de Nueva York. EFE