El Departamento de Policía de Phoenix (EEUU) está solicitando muestras de ADN a los empleados de sexo masculino del centro médico de Arizona donde una mujer en coma desde hace más de una década dio a luz el mes pasado.
La Policía presentó el martes una orden para que se lleven a cabo pruebas de sangre y se verifique si el agresor sexual se encuentra entre el actual personal de la institución médica, informó la clínica Hacienda Healthcare en un comunicado a última hora de ayer.
El centro médico indicó que tenía previsto tomar muestras de sangre a sus empleados, pero expertos legales les aseguraron que no podían obligarlos.
La mujer, que ha estado en un estado vegetativo por más de una década, dio a luz el 29 de diciembre ante el asombro del personal médico, que aseguró ignorar que se encontraba embarazada.
Ahora, Hacienda Healthcare se encuentra en el centro de una investigación de agresión sexual a cargo de la Policía local, lo que derivó en la renuncia del director ejecutivo de la institución, Bill Timmons.
Gary Orman, vicepresidente ejecutivo de la Junta de Directores de Hacienda Healthcare, dijo después de la renuncia de Timmons que no aceptarán “nada menos que un informe completo” de esta situación “absolutamente horrible”.
La familia de la víctima, que prefiere mantener el anonimato, contrató al abogado John Micheaels, quien emitió un comunicado el martes por la tarde diciendo que la familia está “indignada, traumatizada y conmocionada por el abuso y la negligencia hacia su hija”.
El abogado también señaló que la familia le pidió que diera a conocer a la comunidad que el bebé que nació se encuentra con una familia que le quiere y que será bien atendido.
A raíz de este incidente, se ha iniciado una petición en línea para cerrar el centro de atención médica y este miércoles la solicitud contaba ya con cerca de 4.000 firmas. EFE