La rana africana se ha convertido en un verdadero problema en los ecosistemas acuáticos y fluviales de Chile y una amenaza real para las especies autóctonas que viven en los ríos y los lagos, según un estudio de la Universidad Andrés Bello (UNAB) publicado este martes.
Científicos chilenos del Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la UNAB, junto con la ONG Vida Nativa, publicaron esta información en la revista Management of Biological Invasions para dar cuenta de la expansión de este anfibio en Chile, donde existe la mayor población de esta rana fuera de África.
Esta especie de rana (Xenopus laevis) es “exótica e invasora”, afirma el estudio, y llegó a Chile en la década de 1970 para quedarse, a tenor de los resultados de la publicación.
Los científicos pudieron corroborar que la rana africana puede alcanzar poblaciones con altas densidades de hasta 14 ejemplares por metro cuadrado de superficie de agua.
Los científicos realizaron un plan piloto de erradicación de ejemplares en un área específica del jardín botánico de la localidad costera de Viña del Mar, 125 kilómetros al oeste de la capital chilena.
Esa resistencia de los anfibios ha provocado que más allá de reducir su población, las ranas africanas hayan ampliado su territorio más allá de la que hasta ahora era la frontera que delimitaba su expansión, el río Limarí, casi 400 kilómetros al norte de Santiago.
Un nuevo descubrimiento ha ubicado ranas de esta especie en el río Copiapó, en pleno desierto de Atacama, a más de 800 kilómetros al norte de la capital.
El problema de la presencia de esta rana en los ríos y lagos chilenos es la amenaza que supone para la fauna de estos lugares, explicó la presidenta de la ONG Vida Nativa, Marta Mora, quien pidió “aumentar el esfuerzo y el apoyo”.
Este hongo quítrido causa en los anfibios una enfermedad denominada quitridiomicosis, que enferma la piel de los animales, clave para su vida y desarrollo en los entornos húmedos en los que habitan.
Existe una teoría, según el doctor Soto, que relata que las ranas africanas se liberaron en Chile por primera vez en el aeropuerto de Santiago durante el golpe militar de Augusto Pinochet en 1973. Efe