La tecnología vinculada al sector de la salud y los servicios al paciente se erigió hoy como una de las principales tendencias de la feria de electrónica de consumo CES 2019, con más de 200 empresas expositoras de este ámbito que buscan revolucionar la relación entre el enfermo y su doctor.
Productos que permiten el seguimiento remoto de un tratamiento, “wearables” o tecnología ponible que los usuarios integran en su vestimenta, robots que actúan como un cuidador y aplicaciones que asesoran en el diagnóstico de enfermedades centraron la atención en el congreso que se celebra estos días en Las Vegas (Nevada, EE.UU.).
Una de las novedades que más destacaron en este campo fue el Bot Care de Samsung, un pequeño y simpático robot para el hogar con una pantalla con ojos y que se desplaza impulsado por ruedas cuya misión es asegurar que su dueño y toda su familia se encuentran en buen estado de salud, según explicó el jefe del centro de inteligencia artificial de la compañía surcoreana, Gary Lee.
El usuario puede llamar al robot mediante órdenes de voz en cualquier momento y pedirle, por ejemplo, que le tome sus constantes vitales y el ritmo cardíaco, algo para lo que tan sólo es necesario poner un dedo sobre un sensor integrado en Bot Care.
Entre otras cosas, el robot también es capaz de monitorizar ciclos de sueño, recordar al usuario las horas y cantidades que le tocan de medicación, dar consejos sobre ejercicio físico, llamar a los servicios de emergencia en caso de que sea necesario y ofrecer terapia musical para reducir los niveles de estrés.
Bot Care puede ser controlado remotamente, lo que por ejemplo permitiría a un hijo seguir detalladamente y con información al instante la salud de sus padres en caso de que estos sean ya mayores y vivan solos.
Al margen de las grandes marcas, decenas de startups especializadas en salud mostraron también sus productos y servicios en los expositores de CES, como por ejemplo Spire, una pequeña empresa de San Francisco (California, EE.UU.) que ha creado unos sensores que se adhieren a la ropa interior.
“La idea es que elijas tres o cuatro prendas que lleves a menudo y les añadas los sensores de Spire. Normalmente, recomendamos el lateral del sujetador para las mujeres y la goma elástica del calzoncillo para los hombres”, explicó a Efe la jefa médica de producto de la empresa, Lauren Weisenstein.
Estos sensores, de forma rectangular y de unos 4 centímetros de anchura por 2 de altura, miden variables como la respiración, el ritmo cardíaco, los niveles de actividad, el estrés y ansiedad, y la cantidad y calidad del sueño, información toda ella que se muestra en una aplicación y puede ser seguida tanto por el propio usuario como por su médico.
“Nosotros no vendemos nuestra propia ropa, sino que nuestro producto puede adherirse a las prendas que ya tenga el comprador. Esas prendas podrán seguirse poniendo en la lavadora y la secadora sin problema y pueden llevarse el día entero sin que los sensores resulten molestos”, apuntó Weisenstein.
Los sensores de Spire están ya en el mercado y pueden comprarse en tiendas e internet por 49 dólares la unidad.
Otra de las startups dedicadas a la salud que exhibieron hoy su producto en CES fue la china Sleepace, con sede en Shenzhen (China) y que monitoriza el ciclo del sueño en bebés y personas mayores para asegurar que estos descansan las horas que su cuerpo necesita y que lo hacen de la mejor forma posible.
“Usamos una tira plana equipada con sensores que se ubica a lo ancho de la cama sobre el colchón y bajo las sábanas y que resulta prácticamente imperceptible para la persona que está durmiendo”, explicó a Efe el jefe de desarrollo de la compañía, Baiyang Zhuang.
Sleepace recoge datos, los analiza y emite recomendaciones en relación con, por ejemplo, la postura corporal o la firmeza del colchón con respecto a la persona que lo está usando.
También monitoriza el ritmo cardíaco, la respiración, el movimiento y avisa a los padres inmediatamente si el bebé pasa más de 15 segundos sin respirar.