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El inicio de la terapia antirretroviral en bebés, idealmente horas después del nacimiento, puede restringir el daño irreparable del sistema de inmunidad neonatal en desarrollo y disminuir la persistencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), según explicó a Efe la investigadora española Pilar García Broncano.
García, que trabaja en el Instituto Ragon de la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ambos en Estados Unidos, lideró el estudio sobre la administración temprana de la terapia antirretroviral (TAR) que publicó este viernes la revista Science Translational Medicine.
“En los últimos años los programas de prevención de transmisión de madre a hijo han hecho un gran trabajo en el control de la transmisión materno/fetal de la infección por VIH, y gracias a ellos las nuevas infecciones en recién nacidos han experimentado una marcada reducción”, explicó García a Efe.
Estos avances han sido más notables en África, que alberga el mayor número de casos a nivel mundial de mujeres embarazadas con infección por VIH.
“Sin embargo, la cobertura de los medicamentos antirretrovirales entre las mujeres embarazadas con VIH varía significativamente de una región a otra, siendo más marcado en los países de ingresos bajos y medios, por lo que, la infección neonatal por VIH continúa representando un enorme desafío de salud mundial”, añadió.
La infección neonatal con el virus VIH-1 está asociada con una deficiencia progresiva, y frecuentemente fatal, del sistema de inmunidad si no se administra el tratamiento, pero los efectos virológicos e inmunológicos del inicio de la terapia antirretroviral a pocas horas del nacimiento no se habían investigado.
“En los bebés, la infección por el VIH progresa más rápidamente que en los adultos si no reciben tratamiento”, dijo García. “En muchos programas de terapia antirretroviral -añadió-, la enfermedad avanzada por VIH en niños es reconocida incluso cuando el tratamiento comienza más tarde del primer año de vida”.
“Por ello, basándonos en otros estudios con iniciación de la terapia antirretroviral en los primeros días de vida, decidimos evaluar sí una estrategia precoz ‘test and treat’, al menos en el marco de un ensayo clínico, era posible en África subsahariana, donde se estima que entre 300-500 recién nacidos y bebés son infectados cada día con VIH-1”, continuó.
Entre abril de 2015 y julio de 2018 los investigadores examinaron los datos de 10.600 recién nacidos en Botswana para diagnosticar la infección por VIH y seleccionaron casos para iniciar la TAR en los primeros días de vida.
Los primeros 10 bebés que completaron los dos años de tratamiento fueron incorporados al estudio, para determinar si un diagnostico temprano de la infección por VIH en el nacimiento podría mejorar la respuesta al tratamiento, reducir el reservorio viral y mejorar la función inmune, concluyendo que sí.
“Sin tratamiento, el 50 % de los niños infectados muere hacia los dos años de edad, y se ha demostrado que el comienzo del tratamiento en las primeras semanas o meses de vida mejora la supervivencia”, detalló en rueda de prensa Roger Shapiro, uno de los participantes en el estudio. EFE